Description

La propietaria de estos ojitos tristes se llama Casia y es una de las criaturas más dulces que haya pasado por el refugio. Casia llegó a nosotros después de que su dueño falleciese, vivía junto a otros perros prácticamente iguales a ella. Casia era la más joven de todos, posiblemente hija de alguno de sus compañeros, pero más allá del parecido físico había algo que la diferenciaba enormemente de los demás: su miedo a las personas.

La propietaria de estos ojitos tristes se llama Casia y es una de las criaturas más dulces que haya pasado por el refugio. Casia llegó a nosotros después de que su dueño falleciese, vivía junto a otros perros prácticamente iguales a ella. Casia era la más joven de todos, posiblemente hija de alguno de sus compañeros, pero más allá del parecido físico había algo que la diferenciaba enormemente de los demás: su miedo a las personas. Todos sus compañeros fueron adoptados al poco tiempo de entrar en el refugio por su carácter sociable y extrovertido, incluso con desconocidos, pero ella fue escondiéndose de las visitas para pasar totalmente desapercibida. 

Casia es una perra con una socialización con las personas muy deficiente, le cuesta mucho confiar en alguien, pero en cuanto rompe esa barrera, se entrega en cuerpo y alma. Con los demás perros no tiene ningún problema, ella juega y corre con cualquiera, le da igual el tamaño, siempre está dispuesta a compartir cama con cualquiera de sus compañeros. 

Sus avances en el refugio han sido muy lentos pero importantes, y creemos que ha llegado el momento de dar un pasito más, de encontrar una familia paciente y tranquila, que la entienda, que sepa que con ella no valen las prisas, con la que se sienta realmente protegida. Quizás seas tú la persona que ella necesita.
Se entrega desparasitada, vacunada, con chip y esterilizada.

Más información sobre el proceso de adopción en: http://www.apadan.org/que-tengo-que-hacer-para-adoptar

Sexo:

Hembra

Tamaño:

Pequeño

Edad:

Adulto

Esterilizado:

Si